Hace dos años que iniciamos un proceso
de cambio en nuestro centro en el que, entre otros aspectos queríamos incidir
en el espacio, llevando a cabo una transformación del mismo que nos permitiese
llevar a la práctica metodologías más activas.
Todo ello surgió a partir de mucho debate entre el profesorado, intercambio de
opiniones con las familias y sobre todo, con el alumnado, teniendo en cuenta
sus opiniones.
En mi caso, esto fue aplicado al aula de música. Se trataba de
un aula grande, pero que estaba dividida en dos espacios con un tabique, el
cual no nos permitía llevar a cabo actividades conjuntas en las que
utilizáramos todo el espacio del aula. Así que lo primero que hicimos fue tirar
este tabique. Además, también cambiamos el mobiliario, sacando las mesas y
sillas que ocupaban mucho espacio y resultaban una estructura muy rígida por
taburetes y bancos de fácil movilidad.
El alumnado participó en la disposición del nuevo mobiliario y
del material del aula una vez modificado el espacio. Además, ellos mismos
buscaron el diseño de taburetes y bancos que les gustaban. Este es el cambio
realizado.