El objetivo de este reto es
transformar un espacio común. Para ello, primero facilité tanto al alumnado
como al profesorado un cuestionario que me ayudó a extraer las conclusiones
necesarias para poder llevar a cabo este reto.
El espacio elegido es el
pasillo de las aulas de Educación Primaria.
Por un lado, desde la
perspectiva del profesorado, tanto las mochilas como los abrigos, restan
espacio al aula y reducen la movilidad tanto de los alumnos como de los
profesores. Siempre hay alguna mochila que inevitablemente acaba en el suelo o
chaquetas que se caen del respaldo de las sillas.
Por parte del alumnado, la
idea de establecer un espacio estable para poder dejar sus pertenencias
sabiendo que nadie andará en ellas les da una tranquilidad.
A partir de esas
conclusiones, he decidido transformar el pasillo de las aulas. La idea es poner
taquillas de media altura y estrechas en las que se pueda colgar la chaqueta o
abrigo del alumno y donde puedan meter sus pertenencias (mochila, carpetas,
merienda…). Cada alumno tendrá asignada una taquilla